¡Hola de nuevo chic@s!
Hoy os voy a contar cómo viví el primer trimestre de embarazo. Puede que este post sea más dirigido a embarazadas o a aquellas que piensen que pueden estarlo. Sea como sea espero que os sea de ayuda. Cada mujer es un mundo y por eso aquí contaré cuáles fueron mis síntomas y sensaciones esas semanas. Eso no quiere decir que vosotras tengáis que sentiros como yo lo hice, ya que hay mil síntomas e incluso mujeres que no notan nada!
La semana antes de enterarme de que estaba embarazada tenía que viajar a Brighton por trabajo. El día antes me dio la sensación que estaba empezando con una infección de orina, pero la ignoré (gran error por cierto). Y en efecto, esos tres días allí fueron horribles. Nunca había cogido una infección así y lo achacaba a estar baja de defensas. El caso es que estando allí llamé al médico para poder ir de urgencia en cuanto llegase a mi casa en Holanda ese mismo sábado, si así de mal estaba. De camino al hospital, no podía apenas andar y recordé como una amiga que había estado embarazada me dijo que ella también pasó una infección urinaria. ¿Casualidad?En Holanda el sistema sanitario es distinto al español y la gente solamente va a urgencias cuando es realmente una urgencia. Al parecer mi infección de orina para ellos no era una urgencia. Aunque los enfermeros y médicos me trataron bien, el doctor «jefe» me advirtió que la próxima vez no acudiese a un hospital en sábado para algo así, ya que una infección de orina no era una urgencia en Holanda. Os podéis imaginar el disgusto que me llevé, no sé si fruto de las hormonas que ya andaban cocinando algo, o del propio dolor, pero me eché a llorar. Cuando vino la enfermera me confirmó la infección y al darme cuenta de que me recetaría antibióticos lo primero que me salió fue decirle «creo que podría estar embarazada». La enfermera me dijo que lo checkearía en el análisis. Aún faltaba alrededor de una semana para mi próxima regla, por lo que un positivo en orina era muy improbable. Y así fue, la enfermera me «confirmó» que no estaba embarazada y me recetó un antibiótico oral. Pero yo me fui a casa convencida de que sí lo estaba.
Siempre que había hablado con mi madre de sus embarazos ella me había contado que en ambos lo supo antes de siquiera tener síntomas. A mí me parecía increíble que a ciertas mujeres algo desde dentro y sin síntoma alguno, les pudiese «avisar» de que estaban embarazadas. Ese instinto o sexto sentido de las mujeres del que se habla. Pasaron 4 días desde aquel día en el hospital hasta que me hice el primer test que lo confirmaba. Mi primer positivo fue 3 días antes de mi primera falta. Por lo que estaba de 6 semanas. Para las que nunca habéis estado embarazadas, el embarazo en términos médicos se cuenta siempre desde la fecha de tu última regla. Como es muy complicado por no decir imposible, saber cuándo fue exactamente el día de la concepción y de la implantación, los ginecólogos y matronas utilizan ese día como indicativo. Por lo que en realidad no estaba de seis semanas reales.
Ilusa de mí pensaba que como mi madre había tenido embarazos prácticamente asintomáticos, yo lo heredaría. Pero no, los síntomas son cosas que no se heredan. Esa misma semana, casi entrada la semana 7 empezaron mis síntomas. Y es que yo hice pleno de síntomas. Embarazo de libro vaya. Uno de mis primeros síntomas fue hinchazón y sensibilidad en los pechos, pero no esa sensibilidad como cuando estás a punto de empezar tu ciclo, no, algo mucho más fuerte. ¡No podía ni dormir!
Segundo síntoma y uno de los que peor llevé: las temidas náuseas. Al contrario de lo que muchas mujeres piensan, las náuseas en el embarazo no son solamente matutinas. Cada mañana tenía que correr al cuarto de baño nada más despertarme, aunque he de confesar que alguna vez no llegué a tiempo. Mis compañeras de piso pueden dar fe de ello. Como hasta pasada la semana 12 no conté nada en el trabajo, este síntoma fue algo muy difícil de esconder. En la oficina era todo un show, mi compañera Laura, quien sí lo sabía se partía de la risa al verme correr cada dos por tres al baño. Lo peor de todo es que si cuando me entraba hambre no comía al momento, literal, vomitaba. El olor de la comida de mis compañeros me hacía ver las estrellas y cosas que antes me encantaban ahora las aborrecía. Por lo que también tuve aversión a ciertos alimentos y olores. Lo de los olores era un espectáculo, si me veis en el supermercado oliendo uno a uno los desodorantes de tooooda la estantería…¡De locos!Me lo habían contado, pero nunca pensé que pudiese ser algo tan exagerado. A las pocas semanas de hecho, tuve que dejar de montar en bici (medio indispensable en Holanda), porque las náuseas me mataban, así que iba a pie al trabajo, y así si tenía que vomitar, siempre podía pararme de camino. Esto me duró unas 7 semanas, que se dice pronto, pero son casi dos meses de náuseas. ¡Ah!¡Y lo de los olores TODO el embarazo!
Si alguna está pasando por lo mismo os dejo los remedios naturales para las náuseas que me ayudaron:
-Infusiones de jengibre
-Hacer comidas pequeñas de manera frecuente para que tu estómago no esté vacío nunca
-Evitar las grasas
-Acupresión
Cansancio y sueño. Si os digo que podía pasarme el día durmiendo no os miento. Los fines de semana podía echarme siestas de 4 horas. Esto fue algo más llevadero ya que salía de trabajar a las 17:00 y me iba directa a echarme una siestecita.
Mareos. Esto solo me pasó la primera semana. Yo que siempre he sido muy deportista, tuve que dejar de ir al gimnasio esos días porque los mareos eran realmente incómodos. Así que lo único que me ayudaba era tumbarme e intentar relajarme.
Los cambios hormonales que ocurren en el primer trimestre pueden provocar dolores de cabeza intensos. Y yo, cómo no, también los tuve. Aquí lo único que me ayudaba era darme unos masajes de acupresión en las manos (como reflexología de manos) y sienes.
Bueno y por último, ya os he dicho que yo los tuve todos, congestión nasal. Esto me pilló por sorpresa, porque pensaba que estaba cogiendo un resfriado. Pero al ver que no tenía más síntomas de constipado lo consulté con mi amigo Google y en efecto. Se llama rinitis del embarazo y sucede por la dilatación de los vasos sanguíneos. ¿Cómo os quedáis?
Respecto a las pruebas prenatales en Holanda es algo distinto. Cuando llegué a la consulta por primera vez con 6 semanas de embarazo, me dieron cita para la semana 8 para hacerme una ecografía vaginal. Esta ecografía no se realiza en España en la seguridad social, ya que la primera ecografía es a las 12 semanas y se hace sobre la tripita de la mamá. Me preguntaron si quería hacérmela ya que era opcional y acepté ya que no suponía ningún riesgo. Lo más gracioso fue que yo esperaba que me hiciesen algún análisis de orina o de sangre para confirmar el embarazo y cuando les pregunté me dijeron: ¿pero no te has han dado positivo tres tests?¡Pues ya está!. Me hizo mucha gracia, y es que en realidad tenía razón. Como era tan pronto también había riesgo de aborto por lo que en la primera ecografía se vería si todo marchaba bien. Antes de la primera ecografía tuve que rellenar un formulario con mi historia clínica ya que al no haber residido allí por mucho tiempo, aún no tenían información suficiente. El único handicap de no tener pareja en este sentido, es que no tienes información médica por la parte paterna. Pero hasta la fecha por suerte, todo ha ido sobre ruedas!
Mis análisis de sangre confirmaban una anemia, algo muy normal en muchas embarazadas. Pero decidieron realizar un segundo análisis para descartar que la anemia se debiese a alguna posible enfermedad de la sangre. Como todo indicaba que era una anemia de embarazo, me recetaron hierro durante todo el embarazo para mantener los niveles altos ya que durante el embarazo, la cantidad de sangre en tu cuerpo aumenta y necesitas más hierro para producir una mayor cantidad de hemoglobina para la sangre adicional.
En el anterior post os conté cómo fue mi primera ecografía las 8 semanas, pero la de las 12 fue mejor aún. Es increíble cómo de las semana 8 a la 12 el bebé cambia tanto. De ser una bolita redondita a de repente en cuatro escasas semanas tener forma de bebé!Me pareció algo increíble verlo dando volteretas, empujando con sus piernitas, cuando apenas medía 5 cm de cabeza a nalgas. Mi amiga belga me acompañó esta vez (¡en cada ecografía tenía a una amiga de un país diferente!), y nos reímos mucho viéndolo saltar y saltar, tan pequeñito y tan lleno de vitalidad!Y digo viéndolo porque desde el primer momento algo me decía que traía un niño, otra vez intuición femenina?
Justo antes de aquella ecografía me realicé el Triple Screening, una prueba combinada para descartar malformaciones cromosómicas del feto que se contrasta con la ecografía de la semana 12. Mis resultados fueron estupendos, así que de momento no había nada de lo que preocuparse.
Desde que me enteré que estaba embarazada comencé a tomar ácido fólico, que por cierto me sentaba fatal, me daba muchísima acidez por las noches. Así que decidí empezar a tomarlo por las mañanas. El ácido fólico se recomienda a las embarazadas para prevenir los defectos de nacimiento del tubo neural, que son defectos de nacimiento serios de la médula espinal (como espina bífida) y del cerebro (como la anencefalia). Además, yo sufría de hipotiroiditis de Hashimoto desde hace unos años. La hipotiroiditis de Hashimoto es una enfermedad autoinmune de la glándula tiroidea que normalmente hace que disminuya la función tiroidea. En su día me habían dicho que aunque no necesitase medicación porque por suerte mi glándula era normofuncionante, cuando me quedase embarazada la necesitaría. Los problemas de tiroides no tratados pueden poner en peligro un embarazo ya que la hormona tiroidea es esencial durante esta etapa. El cerebro del feto y el sistema nervioso necesitan la hormona tiroidea para desarrollarse. Fue por esto que los médicos decidieron administrarme Eutirox, una hormona tiroidea sintética que sustituye las hormonas tiroideas naturales, cuando tu glándula tiroides no las produce en cantidad suficiente. Este es un tema que daría para otro post, pero si alguna de vosotras sufre de tiroides y está embarazada o intentándolo mi recomendación es que lo consultéis con vuestro médico.
Así que como podéis ver tuve un primer trimestre movidito. Lo peor no fueron los síntomas, si no tener que poner buena cara e intentar disimularlos porque nadie sabía nada aún. Y por muy horrible que pueda parecer, lo bueno es que una vez que pasa el primer trimestre, lo mejor está por venir! O por lo menos en mi caso. Pasar la barrera de las 12 semanas no solo supuso un alivio en lo que a síntomas se refiere, si no que también suponía que esas semanas de riesgo de aborto que tanto nos preocupan a todas ya quedaban atrás. Aunque parezcan muchos síntomas y controles prenatales, si estás leyendo esto y estás pensando en quedarte embarazada, no temas!Todo pasa y luego hasta lo recuerdas con cariño 🙂 Al fin y al cabo son cambios necesarios y motivados por algo maravilloso que está creciendo dentro de ti. ¡Estás creando vida!¿Puede haber algo más increíble?
¿Y vosotras qué síntomas tuvísteis?
¡Hasta el miércoles!
Yo en el primer embarazo tuve un primer trimestre tremendamente dormilón y mentalmente inestable jajaja. Curiosamente terminándolo y empezando El Segundo fue cuando tuve náuseas y vómitos. Por suerte también pasaron.
En El Segundo embarazo empecé con muchas náuseas, no tanto sueño, y vómitos. Pensé que pasado el primer trimestre mejoraría la cosa. Pues nada, hasta que no paro, un infierno. Me he encontrado mal prácticamente TODOS los días del embarazo. Ni siquiera con medicación. Un mal cuerpo se me ponía entre náuseas y ardores y acidez. Es difícil de explicar. Por suerte pasó.
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Pooobre!Qué mal se pasa cuando se está así, verdad?Queriendo disfrutar del embarazo pero hay veces que se hace difícil. Pero mira ahora que dos cositas tan lindas tienes, nos curan todos los males!
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I am pregnant for the second time. I grow up in me again little wonder 😊 began 12 weeks, when I read your post is like you wrote about me although I think with the second pregnancy all the ailments were stronger. Now I’m waiting for the second trimester and better mood. Cool that you decided to write this blog. I think that for many women it will be an inspiration and will give reassurance in the difficult moments of a single motherhood. I’m waiting for more posts! Kisses for you and your son
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Hi @yourlashes!Thank you so so much for reading me. It is exciting to see my first «non-Spanish» reader here 🙂 Although I have only been pregnant once, I am sure that the second pregnancy is different in so many senses. By the way, congratulations on your pregnancy!Soon you’ll know what you are expecting, right?How nice!New post will be up tomorrow. Lots of hugs from Spain
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Ay, menudo embarazo tuviste! Yo no quiero ser mala pero soy de las asintomáticas en el embarazo. Aún así alguna cosita si que tuve pero no puedo quejarme porque fueron 4 cosas aislada. Lo que si tuve (y hubiera preferido todos los síntomas del mundo) fueron manchados durante el primer trimestre. Con el consiguiente reposo por riesgo de aborto. Por suerte todo terminó bien. Un abrazo guapa!
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Los manchados dan mucho miedo, yo por suerte no tuve. Pero recuerdo el comprobar cada vez que iba al baño, con un miedo horroroso.
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