Por fin me siento a escribir sobre el fin de semana largo e intenso que pasamos en Madrid con el motivo del Primer Congreso  de Familias Monoparentales que organizó la Federación de Asociaciones de Madres Solteras (FAMS) en Madrid.

No sé si alguna vez he mencionado que soy parte de varias asociaciones, y una de ellas es Asociación de Mujeres Madres de Familias Monomarentales B.G. de Euskadi. Que a su vez es entidad miembro de la FAMS. Creo que es importante que las mujerea nos asociemos para luchar de manera más organizada y además hacer red y beneficiarnos a su vez de los recursos que muchas asociaciones ofrecen.

Cuando hablamos de familias monomarentales hay gente que nos pregunta el por qué, y es que según los datos del INE, casi el 82% de estas familias están encabezadas por mujeres que no comparten la responsabilidad familiar en todos sus ámbitos. Por ello, exigimos una Ley de Familias Monoparentales. Para entender por qué exigimos esto, os dejo nuestro decálogo en este enlace.  Y para todas aquellas que van a ser familia monomarental o que ya lo son y tiene dudas sobre los recursos (aunque son escasos…) a los que pueden acceder, os facilito también la guía de recursos que creó la FAMS.

A nuestra llegada a Madrid, me dirigí con una compañera de asociación al grupo de trabajo que organizó la Federación para intercambiar opiniones y poner sobre la mesa las medidas necesarias y siguientes pasos que necesitamos dar para poder conseguir nuestro objetivo. Fue muy enriquecedor conocer a compañeras de otras comunidades autónomas y ver como tras muchos años luchando muchas han conseguido a nivel de asociación, ofrecer recursos más que necesarios para dar soporte a las familias monomarentales. Esto lleva un trabajazo detrás que no os podéis imaginar y horas y horas de trabajo voluntario que cada una de nosotras hace en el poco tiempo libre que tenemos o quitándonos horas de sueño, y sinceramente estoy orgullosísima de esta red de mujeres que trabaja duro para conseguir que nuestras familias no solo sean reconocidas, si no que tengan por fin los mismo derechos que las llamadas «familias tradicionales».

Y llegó el sábado, día repleto de análisis, ponencias y networking entre las distintas asociaciones. Día agotador, pero fructífero.

No quiero hacer un post eterno, pero hubo tantísimas cosas interesantes que me veo con la necesidad de plasmarlas aquí.

Se habló de algo que para muchas familias tradicionales es invisible, la corresponsabilidad siendo familias monomarentales. «Qué difícil es hablar de corresponsabilidad en hogares con responsabilidades no compartidas». Aunque no necesariamente tenemos que ser familias en situación de vulnerabilidad, los datos son alarmantes. El índice de pobreza infantil dentro de las familias monomarentales es del 40%. Y es que este es el gran problema, que a mucha gente y a muchas instituciones y políticos, se les olvida que este tema hay que enfocarlo desde el menor. Los tan aplaudidos permisos intransferibles de paternidad/maternidad dejan totalmente fuera  a nuestro modelo de familia, donde el menor se queda sin disfrutar de esos permisos, y por lo tanto existe una discriminación por el simple hecho de no tener dos progenitores. Algo que además de ser vergonzoso, no tiene ningún sentido, ya que este fenómeno es creciente, con un 22% de hogares monoparentales en España.

A remarcar las palabras de María García Álvarez, Presidenta de la Fundación Familias Monomarentales Isadora Duncan, como entidad nacional en COFACE, quien nos explicó que en España y en otros lugares de Europa, la monoparentalidad se considera pasajera. Nunca había escuchado esto, pero es cierto que muchas veces escucho a la gente decir «no te preocupes, que ya encontrarás a alguien», dando por hecho que todas las familias monomarentales quieren encontrar una pareja, y aún así, habría que diferenciar entre familia monoparental y hogar monoparental. Me quedé con la misión que expresó, «No queremos ser subvencionadas, queremos justicial social». Y desde luego con el cierre de su discurso «Monoparental hoy , mañana y siempre».

Tras el análisis de las situación de las familias monomarentales a nivel europeo, dimos paso al análisis de los tiempos de cuidado, corresponsabilidad y espacio. Donde una vez más, se habló de pobreza, con las mujeres a la cabeza del grupo de personas que viven en pobreza. Y dentro de este grupo de mujeres que viven en pobreza, el 85-90% lo forman hogares monomarentales. .

Un fenómeno del que nos habló Carmen Fernández Barquín, coach profesional y especialista en género, es el siguiente. A grandes rasgos y en general, el Estado transifere a las mujeres servicios de atención a criaturas y a personas dependientes, con la consiguiente reducción en gasto público, un chollo para el Estado vaya. ¿Consecuencias?

• Menor disponibilidad, limitado desarrollo personal
• Aislamiento social
• Cansancio, salud fisica y emocional en deterioro.
• Dependencia, ya que limita el nivel de recursos.

Si a esto por lo que pasan muchas mujeres al pedirse reducción de jornada o excedencia, le sumas que eres familia monomarental y que te es en casi todos los casos imposible reducirte la jornada (porque económicamente no podrías vivir), ni cogerte una excedencia…Solo te quedan dos cosas: o pagar a alguien para que recoja a tus hijxs de la escuela, una vez más con el consiguiente desembolso de una sola fuente de ingresos, o tirar de red, cosa que no siempre es posible y tampoco debería de ser «obligatorio», ya que esto además de hacernos dependientes, suele pasar la carga de cuidado a otra mujer (hermana, abuela, suegra…). Todo esto, que tampoco es nada nuevo, agrava la situación en los hogares monoparentales que hoy ya se contabilizan 1.964.900 en España.

Lo bonito es que justamente es eso, la desigualdad, discriminación, prejuicios y perjuicios de la sociedad hacia nuestras familias lo que ha impulsado que se creen asociaciones de familias monomarentales o madres solteras. Quiero recordar, ya que siempre se crea la polémica, que queremos una Ley para conseguir un trato igualitario, no privilegios. Una igualdad que tiene que tener en cuenta el sesgo de género inevitablemente, ya que estas familias en el 90% de los casos las sostiene una mujer, y «curiosamente» somos las mujeres las que tenemos menos ingresos y más dificultades en el mundo laboral. Queremos dejar de sentirnos «castigadas» por estar solas, que se deje de estigmatizarnos.

El segundo día por cierto, hicimos un trabajo expresando mediante manualidades y arte lo que para nosotras supone este camino de la maternidad en solitario. Os lo dejo por aquí abajo.

Daría para mil posts con el material que tratamos durante esos dos días de congreso, pero no quiero extenderme 🙂 Espero que sirva de información tanto para las mamás solteras como para toda esa gente que quiera saber un poquito más acerca de la lucha tan agotadora que llevamos a nuestras espaldas.

Me despido diciendo #leydefamiliasmonoparentalesYA